Las islas griegas del Mar Jónico tienen unas características que las hacen únicas en el Mediterráneo y en el mundo. Su geografía abrupta y la cantidad de cabos y calas, unido a un microclima que las mantiene abrigadas de los vientos continentales, acogiendo a los más cálidos provenientes de África, favorece una temperatura cálida durante gran parte del año, un magnífico destino tanto para veraneo como de escala en los cruceros
“Las siete islas”, nombre por el que se conoce también este archipiélago, se componen por seis grandes islas habitadas: Corfú, Paxos, Léucade, Ítaca, Cefalonia, y la espectacular Zante, todas ellas equipadas con puertos capaces de albergar embarcaciones de gran calado y ruta casi obligada de cruceros de lujo. Corfú no es la mayor de las islas, pero si es el centro administrativo y mayor centro urbano, con unas infraestructuras y servicios modernos, pues es zona tradicionalmente turística. A pesar de ello, existen numerosas calas donde sólo se accede por mar, fuera de un turismo de masas. Su fauna y flora protegida es apreciada para los amantes de los deportes subacuáticos, siendo la zona, el último refugio de especies como la tortuga Caretta, en peligro de extinción.