El multimillonario Clive Palmer, magnate de la minería y uno de los hombres más ricos de Australia, está construyendo una réplica del Titanic con fines turísticos. Aunque aparentemente idéntica en cuanto a su aspecto, la réplica tiene importantes diferencias en cuanto a la tecnología y la seguridad a bordo, adaptándose totalmente a los standards actuales de la industria de cruceros.
El Titanic II está en construcción en el astillero estatal chino CSC Jinling Shipyard, Cuando salió la noticia todos pensamos que se construiría de Deltamarin, el astillero en Helsinki que construye los barcos de Cunard Line, la propietaria del primer Titanic y donde se han construido los barcos más modernos de su flota, como el Queen Elisabeth 2 o el Queen Mary 2, pero no, Palmer se decantó por los astilleros chinos como una reafirmación de las estrechas relaciones que mantiene con China, donde cuenta con una organización enfocada al turismo, en la que se incluyen varios resorts de lujo y la previsión de una flota de cruceros de lujo que operarán en el Lejano Oriente. De hecho, aunque el primer viaje del Titanic II será entre Londres y Nueva York, en una recreación total del fatídico viaje inaugural del primer barco, la verdad es que ya se ha anunciado que el barco operará en Asia.
Palmer ha hecho declaraciones en las que explica que el barco supone un tributo al espíritu de los hombres y mujeres que trabajaron en el barco original, pero la verdad es que de momento, todo tiene una apariencia muy oportunista; hasta en el anuncio de la construcción del barco se hizo coincidiendo con los actos conmemorativos del centenario del Titanic original y aprovechando el tirón de la inauguración de la Titanic Belfast Experience, el mayor centro interactivo del mundo sobre el mítico barco.
A mediados de julio se presentaron oficialmente los planos de Titanic II, en Australia, tendrá las mismas nueve cubiertas que tenía el original más una nueva, exigencia de las modernas normas de seguridad, igual que nuevas escaleras de servicio, también se incorpora la tecnología enfocada a la comodidad, como ascensores; nuevas instalaciones, como un casino. También tendrá más grosor, pero su apariencia y decoración será la misma, incluso la distribución de camarotes será como la de 1912, con zona de primera, segunda y tercera, con baños compartidos y la comida servida en una mesa en común…. En fin, todo lo necesario para despertar el morbo de cruceristas poco supersticiosos.